Antes os hablé de lo mejor de Nepal 2016. Pero también ha habido cosas malas, pocas, que me han puesto enfermo, me han dado asquito, o me han decepcionado. En general tienen más que ver con la limpieza o con una preparación floja que con el plato en si.
Estos son los nominados….
1- Momos– Y no todos los momos, sino exactamente los de la foto de arriba. La verdad es que me supieron a gloria, y me comí más de una docena. Los incluyo aquí porque tienen el honor de haberme puesto enfermo durante dos días, con cagarrinas, vómitos y fiebres incluidas. Mira que paso meses comiendo cualquier cosa en la calle, y casi nunca me pongo enfermo. No se que tendrían estos dumplings pero justo después de comerlos el estómago se me dio la vuelta y me caí redondo en la cama… Om mane padme omh.
2- Té tibetano– Imaginaos un té negro fuerte, mezclado con mucha mantequilla y sal, bien batido hasta que se forma un mejunje denso y cremoso. Algo así como una vichysoisse asquerosa, salada y caliente. Un “must” cuando uno está en zonas de mayoría étnica tibetana. La foto está tomada en el aprisco de un pastor de la zona de Lantang, a unos 3000 metros. Llevaba andando 9 horas casi sin comer por los montes de Gotsaikunda, cuando llegamos a un refugio de búfalos para dormir. Yo estaba agotado y con mucha necesidad de algo calentito, así que me entró una alegría grande al ver al pastor poner la tetera al fuego. Ya me imaginaba un té negro con mucho azúcar… No os podéis imaginar mi cara cuando empezó a ponerle cucharones de mantequilla rancia y una porción generosa de sal… A pesar de estar muy derrotado me tomé solo un par de tragos. En cuanto noté que me venían unas ganas de vomitar grandes lo dejé a un lado. Puto té tibetano…
3- La comida china, así en general…- Tenía puestas muchas esperanzas en la comida china que se sirve en Nepal. Los restaurantes chinos, sobretodo szechuaneses, abundan cada vez más por la llegada en masa de trabajadores y turistas de aquel país. Pero no. Decepción. Ni encontré comida especialmente rica, ni variada, ni me sorprendió mucho. Platos salados nadando en aceite… El de la foto es “hui guo rou” o “cerdo cocinado dos veces”, un clásico de la cocina de Szechuan. Se supone que el cochino debe estar crujiente y la salsa bien sazonada con soja y judías fermentadas. Pero no, soso y lleno de grasaza. Y así todo lo que probé. Mal…
4- El pan de los sherpas– Se llama “rikki kur” y en principio suena muy bien; una torta de pan hecha con patatas, huevo y harina. Pero no. Las patatas no están cocidas, solo ralladas y, una vez mezcladas con los demás ingredientes, se tuestan en una plancha. El resultado es parecido a comer pulpa de patata cruda. Se toman con mantequilla fría por encima, lo que hace el asunto aún más asqueroso. Por suerte se acompaña con generosas raciones de “tongba”, la bebida alcohólica de la que ya hablé en el anterior post.
5- Casquería newar– No toda, aclaro. La cocina newar está llena de platos de casquería. Algunos me encantan como la choyla. Otros me dan pereza, y si están preparados y servidos en un tugurio donde lo más limpio son las cucarachas que corren por tus piernas, entonces me dan un asco que te mueres… Hay dos que pueden conmigo; el de la foto son callos, llamados “khago”. Se que el nombre no ayuda, pero además suelen estar chiclosos, poco limpios y con un maravilloso olor a pis. Hay otro plato de casquería flipante, se llama “sapumhichha”. El intestino delgado del búfalo tiene una especie de bolsas, estas se cortan y se rellenan de tuétano, se cosen, después se cuecen y por último se fríen. Por fuera son crujientes, pero al morderlas son una explosión de grasa caliente y untuosa. Para valientes de estómago duro.
Estoy de acuerdo contigo, el té es un desastre con mantequilla….pero el momo que probé era rica.
Erika desde Hungría