El platanero es parte fundamental de la cocina asiática, y al igual que el coco es otro de esos árboles mágicos de los que todo se emplea y cada parte tiene un uso diferente. En muchos países tropicales se cocinan los frutos, las flores e incluso los tallos. Pero quizá sean las hojas el elemento más versátil y empleado. Durante milenios han servido como recipiente para cocinar los alimentos, y también para transportarlos y como un plato ecológico y biodegradable.
Cocinar con hojas de plátano imparte a la comida un aroma sutil y muy característico, además de mantener los alimentos jugosos, enteros y limpios. Es, sobretodo, muy útil para alimentos que sean propensos a secarse y requieran cocinados breves, como pescados y mariscos. No es raro que a lo largo de toda Asia existan decenas de platos cocinados de este modo; el “lamprais” de Sri Lanka, “Patra ni Machchi” en Kerala, el “Bebek Betutu”, un pato entero cocinado en Bali, en Singapur el “Otah Otah”, el “Amok” de Camboya.
Hoy día en España se pueden encontrar hojas de plátano congeladas en establecimientos asiáticos y latinoamericanos, y, cada vez más a menudo, también frescas en algunos mercados. Por ejemplo el de Los Mostenses de Madrid. El único problema es que vienen en un paquete con todas las hojas juntas y es difícil separar unas pocas y mantener el resto congeladas. Lo mejor es que las dejes unos minutos fuera del frigo y, después de tomar las que necesites, devuelvas el resto a congelar.
Cocinar en una hoja de plátano es muy sencillo. Solamente hace falta seguir unos pasos previos, y tener en cuenta que son muy quebradizas, así que hace falta tratarlas para volverlas más flexibles. Sigue estos pasos;
1- Deja descongelar solo las hojas que vayas a emplear.
2- Corta el tamaño que necesites y desecha cualquier parte que esté negra u oscura. Lava cuidadosamente ambas caras. No las seques.
3- Para volver las hojas más flexibles sumérgelas en agua hirviendo durante un par de minutos hasta que cambien de color. Después sécalas con un papel de cocina. Pero hazlo con cuidado y siempre en la dirección de las fibras. Si no se romperán. Con este proceso habrás conseguido hojas más maleables y listas para usarse, y además las habrás esterilizado.
Otro modo de hacerlo es ponerlas directamente sobre un fuego encendido durante unos instantes, hasta que cambien de color a un tono verde más vivo. En ese momento están listas para emplearse.
4- Con cuidado corta con una tijera el nervio más grueso y duro que está en uno de los lados de la hoja. Deshecha. Si quieres puedes usar estas fibras para atar los paquetes que hagas.
Si al llegar a este punto has descongelado más hojas de las que necesitas las puedes mantener sin problema hasta poder usarlas. Sécalas bien y envuelve en un papel de cocina y luego en film trasparente. Las puedes conservar en la nevera al menos durante una semana.
Et voila. Ya tienes las hojas de plátano listas para recibir una lubina o una docena de gambones. A disfrutar. ten en cuenta que esta manera de cocinar es muy adictiva. Ah, una última cosa, te recomiendo que presentes los platos en la mesa sobre la misma hoja de plátano. Verás que bonito.